Lo hemos oído mil veces: «No juzgues un libro por su portada». Este refrán nos enseña que está mal juzgar tanto a personas por su apariencia. Además, nos avisa de que la mayoría de veces nos vamos a equivocar. Lo mismo ocurre con los libros: un mal diseño de portada no quiere decir que el libro sea malo. Quizás el diseñador no supo transmitir el mensaje, el editor no tenía presupuesto o el autor tiene poco sentido de lo estético. Quién sabe.
Lo que sí es obvio es que, en una librería, es muchas veces la portada la que nos hace pasar o no por alto un libro. Y una portada con una foto hortera y una tipografía ridícula no nos empuja a comprar el libro. Por eso es interesante ver cuáles son nuestros criterios estéticos usando este juego: Judgey.
Esta página nos muestra varias portadas y nos pide que adivinemos qué puntuación tienen esos libros en Goodreads. Entonces nos dice cuánto nos hemos acercado a la realidad.
A terminar una serie de diez votaciones, será el turno de Judgey de valorar nuestros gustos. En mi caso me ha dicho esto: «Puedes saber lo que te gusta, pero desde luego sabes lo que no te gusta. Lo que es mucho, aparentemente.» Vaya, parece que soy una hater.

¡Animaos a jugar! ¿Qué os ha salido a vosotros?